Profesional
La enfermera como formadora de cuidadores
29.10.24 | Estatal
El envejecimiento de la sociedad y el aumento de las enfermedades crónicas hacen cada vez más urgente la necesidad de enseñar conocimientos sobre el cuidado y la atención de las personas dependientes. En este ámbito las enfermeras son una figura sanitaria clave, aunque cada día les resulta más complicado realizar estas intervenciones educativas debido a la falta de tiempo y la sobrecarga laboral.
El cuidado informal suele tratarse de un trabajo no remunerado que nuestra sociedad asume como una extensión de las tareas domésticas y, por tanto, una labor mayoritariamente realizada por mujeres.
En el "Día Internacional de las Personas Cuidadoras" es necesario recordar la importancia de esta tarea, a menudo invisible y poco valorada pero que es fundamental para lograr el bienestar y la dignidad de las personas enfermas. Pero, para que esto sea así, es imprescindible que las personas cuidadoras sepan cómo hacerlo y tengan el apoyo sanitario que necesitan si les surgen problemas, dudas o nuevas situaciones a las que enfrentarse. Las enfermeras tienen, por tanto, una misión educativa y de acompañamiento.
Las enfermeras son las encargadas de proporcionar formación e información a la persona que cuida sobre:
- su enfermedad
- la higiene y/o curas que deben realizarse.
- la dieta que necesita llevar en función de su condición.
- la medicación que debe seguir y sus posibles efectos secundarios o reacciones.
- los cambios posturales que deben llevar a cabo en caso de que se trate de una persona enferma encamada.
Escuelas de pacientes
Uno de los espacios en los que la enfermería puede llevar a cabo esta formación son las escuelas de pacientes, donde se pretende fomentar la corresponsabilidad de las personas y sus cuidadores informales en la atención de su salud y promover la adopción de hábitos y estilos de vida saludables.
En estos espacios las enfermeras facilitan información, conocimientos y habilidades en materia de salud dirigidos a pacientes, personas cuidadoras y asociaciones para que estos puedan adquirir las competencias que necesitan para cuidar y cuidarse de manera eficaz y autónoma. Además, en ellas los propios pacientes y quienes les cuidan comparten experiencias y consejos que pueden ayudarles en su día a día.
Se trata de un ámbito en el que las enfermeras potencian su rol como educadoras y entre sus objetivos se encuentran:
- Identificar las necesidades y demandas de los pacientes y sus cuidadores informales.
- Crear un espacio en el que divulgar los contenidos informativos y formativos relacionados con el autocuidado, la promoción de la salud y el manejo de las diferentes enfermedades.
- Mejorar la formación e información en materia de salud de las personas cuidadoras y los pacientes mejorando así su capacidad de cuidado y gestión de la enfermedad así como su autonomía.
- Potenciar la figura del cuidador y del paciente experto.
- Crear mecanismos de conexión y comunicación para que pacientes, personas cuidadoras, profesionales y asociaciones compartan información y experiencias y se presten apoyo mutuo.
La relación entre la persona cuidadora y la enfermera
La comunicación entre los cuidadores informales y las enfermeras es clave a la hora de que los primeros se sientan seguros, tranquilos, escuchados y apoyados. Es imprescindible una buena comunicación que permita al cuidador sentirse a gusto a la hora de preguntar sus dudas y contar sus temores o sentimientos.
Cuanta más confianza tenga el cuidador en la enfermera y más se encargue esta de realizar intervenciones formativas y educativas, especialmente al inicio de su relación, más autónomas y seguras acabarán siendo las personas cuidadoras a futuro.
Para que exto sea así existen varios factores implicados: la duración y continuidad en los cuidados y de la persona que va a realizarlos, el grado de implicación familiar y la motivación del cuidador informal entre otros .
¿Qué problemas se encuentran las enfermeras a la hora de realizar esta tarea?
La falta de tiempo es la limitación más importante a la que tienen que hacer frente. La sobrecarga laboral, los cambios de horario y/o de funciones hacen que encontrar un espacio para escuchar, educar y conversar con los pacientes y quienes les cuidan sea cada vez más complicado.
Además, las enfermeras necesitan una formación continuada y una actualización de conocimientos que les permita realizar con garantías su labor de apoyo al cuidador.
A la hora de realizar este trabajo como formadora de cuidadores las enfermeras deben:
- Observar, planificar y evaluar.
- Tener una visión holística e integral de la salud.
- Ser profesionales orientadas a la prevención y la educación.
- Trabajar la empatía y la capacidad de realizar una escucha activa que reconozca el trabajo del cuidador, le motive y preste atención a sus demandas.
- Gestionar recursos y apoyos de otros profesionales. Las enfermeras deberán relacionarse con diferentes personas, instituciones y organizaciones para tratar de organizar los recursos disponibles que puedan ayudar en mayor medida a los pacientes y quienes les cuidan.
Es importante que, al inicio de su relación, la enfermera realice una valoración inicial de la situación del paciente, la familia y de la persona cuidadora principal así como su red de apoyos y recursos. Posteriormente será necesario llevar un seguimiento no solo del paciente, sino del cuidador informal y de la dinámica de la familia para poder detectar si existe una sobrecarga de los cuidadores principales, o posibles conflictos interpersonales que obstaculicen los cuidados y el bienestar del paciente y quien se encarga de su cuidado.
Las enfermeras pueden también facilitar a las personas cuidadoras el acceso a recursos que apoyen y mejoren su labor y bienestar. Estas personas deben contar con programas de apoyo a cuidadores que les aporten estrategias para afrontar el estrés, la sobrecarga y los conflictos, así como promover la libre expresión de sus necesidades y sus temores. Se trata de hacer ver a quienes cuidan que es importante y necesario que piensen en ellos mismos, cuidar también de su salud física y mental ya que esto repercutirá tanto a su bienestar como en el del paciente.